Tuesday, May 15, 2012

Misión Fallida

Le llamamos llorar al ruido que realiza el rotor central cada seis horas. Es como si la misma nave se lamentara de nuestra situación. Durante este lapso (en que la máquina llora) la gravedad se esfuma y flotamos en el interior durante dos minutos. En los tres salones que tenemos a nuestra disposición contamos con bastante comida para un buen tiempo (no queremos calcular exactamente para cuanto). El resto de la Persistency está bloqueado. Sabemos por las computadoras, que en aquellos compartimentos la vida es nula. Nadie a parte de nuestro reducido grupo sobrevivió al letargo criogénico que nos trajo hasta aquí. Cinco personas condenadas por algún capricho estadístico a orbitar un planeta perfectamente habitable. Hasta que se acaben los suministros y nos veamos de manera diferente, o hasta que la nave se precipite contra la atmósfera. De cualquier manera estamos condenados a dar vueltas entre estos dos soles y esta esfera tan parecida a casa.