Tuesday, March 13, 2012

3C273

3C273 es un quasar que se encuentra en la constelación de Virgo. Resulta bastante tenue en un telescopio de aficionado; un punto difícil de ubicar en el campo visual. No llama para nada la atención. No es como Júpiter, Saturno, Andrómeda o la nebulosa de Orión; no nos dejarán boquiabiertos sus detalles. Simplemente un puntito difícil de ver. Pero se ve. La cuestión es que 3C273 está a más de dos mil millones de años luz de la tierra.

La luz no viaja de manera instantánea, los fotones que vemos del sol tardan 8 minutos en llegar a nosotros. O sea que si observamos el sol con un filtro (para no perder la vista) vemos como era nuestra estrella hace ocho minutos.

En el caso de 3C273 los fotones observables en este momento salieron del quasar hace más de dos mil millones de años. Empezaron su travesía espacial cuando la vida en nuestro planeta no era más que bacterias cargando la atmósfera de oxígeno como consecuencia de la fotosíntesis. Era el Precámbrico, y si viésemos La Tierra en ese entonces, probablemente no la reconoceríamos. Los continentes no estaban formados y la falta de oxígeno suficiente para nuestra subsistencia nos hubiese aniquilado al instante.

Para Finales del Proterozoico (primeros registros de animales marinos de cuerpo blando) los fotones de nuestro quasar ya habían viajado más de mil trecientos millones de años luz. Se encontraban a una distancia de nosotros equivalente a la que se encuentra el “vacío de boyero” (Boötes Void), extensa región de espacio vacío en la constelación del Boyero (setecientos millones de años luz)

Hacia principios de la Era Primaria (Paleozoica) se registra en nuestro planeta una “Explosión de vida”. De esta explosión Cámbrica datan los primeros fósiles de animales pluricelulares más complejos que las medusas o las esponjas, como los trilobites. Nos separan quinientos cuarenta millones de años y cinco extinciones masivas.

En el período Ordovícico los días duraban 21 horas y todavía los animales no poblaban la tierra firme. En este período se formaron algunos de los yacimientos de petróleo. Nuestros fotones llevaban ya más de mil quinientos cincuenta millones de años luz recorridos. Estaban todavía a una distancia de nosotros de cuatrocientos cincuenta millones de años luz, la distancia a la que se encuentran las galaxias VV 340 Norte y Sur, famosas por estar en colisión y formar un signo de admiración.

Durante el período Pérmico, hace aproximadamente trecientos millones de años, se forma el supercontinente Pangea, los reptiles y los reptiles mamiferoides poblaban la tierra. Los fotones estaban ahora a una distancia de nosotros equivalente a la que se encuentran las galaxias NGC 3808A y NGC3808B (Arp 87) en Leo, o las galaxias del “Quinteto de Stephan” en Pegaso.

Los primeros mamíferos se originan hace 200 millones de años, durante la Era Mesozoica. Para la Era de los dinosaurios nuestros fotones llevaban más de mil ochocientos millones de años luz andados. Se ubicaban a una distancia de nosotros equivalente a la que nos separa de la Gran Muralla (CfA2), una de las superestructuras conocidas más grandes del universo.

Hace aproximadamente sesenta y cinco millones de años tuvo lugar la extinción masiva del Cretácico-Terciario, en la que desaparecieron los dinosaurios. En ese entonces, la luz que nos llega hoy desde 3C273 estaba a una distancia equivalente a la que se encuentra el cúmulo de Virgo.

Durante la Era Cenozoica (Terciaria) Arabia colisiona con Eurasia y La India con Asia. Es la era de los mamíferos. Cuando los fotones se encontraban a treinta millones de años luz de nosotros (aproximadamente la distancia a la que se encuentra M74, también conocida como Galaxia del Abanico), surgen en nuestro planeta los primeros primates superiores.

A principios de la Edad de Piedra (Paleolítico), Homo Habilis (ampliamente considerada como la especie humana más primitiva) poseía la capacidad de elaborar herramientas de piedra. En este punto, los fotones de nuestro quasar llevaban ya recorrido más del 99% de su viaje, encontrándose a una distancia de menos de tres millones de años luz de La Tierra, más o menos la distancia que nos separa de M33 (Galaxia del Triángulo), o la Galaxia de Andrómeda (2.56 millones de años-luz).

Las dataciones del Hombre de Cro-Magnon se remontan a un período de entre cuarenta mil y diez mil años de antigüedad. Para ese entonces la luz de 3C273 estaba a la distancia que nos separa del cúmulo globular M30.

Los egipcios terminaron la construcción de la gran pirámide de Guiza, alrededor del año 2,570 AC. Esto significa que para entonces los fotones se encontraban aproximadamente a la distancia que se encuentra M37, cúmulo abierto en la constelación de Auriga (menos de cuatro mil seiscientos años-luz).

En el año 331 AC El ejército macedonio de Alejandro Magno invadió Persia; mientras tanto nuestros amigos se acercaban a nosotros; entonces se encontraban a una distancia similar a la que se encuentra la Nebulosa del Anillo (M57).

Para el año 1 DC los fotones estaban a una distancia equivalente a la del cúmulo abierto M25, en Sagitario.

Mientras Hipatia daba clases en Alejandría los fotones se ubicaban a aproximadamente mil seiscientos años-luz de nosotros (distancia equivalente a la que se encuentra el cúmulo abierto M47, en la constelación Puppis).

Durante el siglo VII sube la dinastía Tang en China, los árabes conquistan Palestina, y la luz de nuestro punto se acerca a una distancia equivalente a la que se encuentra M42 (La Gran Nebulosa de Orión).

En el siglo XIV Los Mexicas fundan la ciudad de México-Tenochtitlan, en Florencia se inventa la primera arma real de fuego, y Dante escribe La Divina Comedia. Los fotones están ahora a una distancia aproximada a la de la estrella gigante roja Betelgeuse.

A finales del siglo XV los españoles llegan a América. La luz de 3C273 está a una distancia similar a la que nos separa de la estrella Antares, en la constelación de Escorpio.

Leonardo da Vinci pinta La Mona Lisa en el siglo XVI, Nicolás Copérnico establece en el mismo siglo que el sol es el centro del sistema solar, y nuestros fotones están a la misma distacia que las Pléyades (M45) en la constelación de Tauro.

El 14 de Julio de 1789 el pueblo de París toma la Bastilla. Los fotones están ahora a poco más de 200 años luz. La estrella Mirach, en la constelación de Andrómeda está a esta distancia.

Mientras se derribaba el muro de Berlín, en 1989, la luz del quasar se encontraba muy cerca de nuestro planeta. A sólo poco más de veinte años luz. A esta distancia se encuentra el planeta Gliese 581, descubierto en 2007, famoso por estimarse que reúne las condiciones para albergar agua líquida en su superficie.

Hace poco más de ocho años, los fotones se encontraban a una distancia similar a la de la estrella Sirio, la más brillante del cielo nocturno. Cuatro años atrás equidistaban de Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano al sol.

Mientras preparamos nuestro telescopio para la observación, calibrándolo con la polar (aproximadamente una hora antes de observar) la luz de 3C273 está a una distancia equivalente al momento de mayor aproximación con el planeta Saturno. Media hora después, mientras alineamos la montura, está a la distancia de Júpiter. Ocho minutos antes de enfocar, en lo que buscamos un ocular adecuado, los fotones se encuentran a una distancia similar a la del sol. Poco más de un segundo antes de posar la pupila sobre el quasar, su luz se encuentra a una distancia equivalente a la de la Luna. Es entonces cuando ubicamos el puntito, y los fotones que han atravesado dos mil millones de años luz a través del espacio, entran por los cristales del telescopio y se posan sobre nuestra pupila.

3C273 ya no nos parece un simple puntito más en el campo del ocular. Ese brillo tenue que apreciamos hoy, es la conclusión de una travesía de más de dos mil millones de años por el cosmos.